Pegas nuevas, pegan fuerte...
No me gusta mi trabajo. Así de simple. He llegado a esa irrevocable conclusión. Y lamentablemente, no puedo hacer nada al respecto. Todo es culpa de mi impulsividad y cierto dejo de rebeldía.
Mi experiencia en el mundo laboral no ha sido del todo satisfactoria. Primero, duré 2 meses y medio en una empresa del terror: 4 personas trabajando, un ratón corriendo por el piso, un "buitre" hediondo que me tiraba su tufo y mañoseaba todo el día, la pega la hacía en 3 horas. Resumen: un desastre. Como lección, me prometí a mi misma que 1) no pensaba trabajar de nuevo en una empresa chica y 2) aunque me demorara más, iba a trabajar en algo que REALMENTE me gustara.
Así pasaron los meses y llegué a otra empresa, donde siempre quise trabajar y me moví para conseguirlo, y lo conseguí. Feliz, dichosa, un ambiente buenísimo, trabajo bastante entretenido...y así pasó 1 año. Y empieza algo parecido a la ambición, que gano tan poco, que la vieja bruja, que siempre hago lo mismo. Y empieza la esperanza de algo mejor. Y vienen "señales", que a no sé quien no le subieron el sueldo, que a este otro vago sí, que no me invitan a una presentación donde yo había hecho todo, reuniones a horas inhumanas. Y empieza la búsqueda. Y empiezan los llamados, las entrevistas. Y de repente, como si de una señal aturdidora se tratara, llega la "casualidad", la amiga de mi mamá que está poniendo su empresa que si me tinca administrarla. Y viene el entusiasmo inicial, el apoyo de mi pololo, la imagen de mi misma haciendo y deshaciendo, la ilusión de lucas de más, el relajo de ser "casi" independiente. Y viene la decisión, la renuncia, el desastre, que cómo te vas, que teníamos tantas expectativas...y vienen las explicaciones, y empieza una pequeñísima espinita de arrepentimiento, de "y si?" Nada, la decisión ya está tomada.
Primer día, tensión, buen recibimiento, no cacho nada, absorbo información a velocidades impresionantes. Mi jefa - la dueña - acelerada, a ratos me recuerda a la otra bruja, pero pienso que debe ser algún trauma. Y pasan los días, y algo me molesta, no logro estar feliz. Y empiezan las preguntas de familiares, amigos, ex-compañeros de trabajo: "como está la nueva pega" y uno poniendo cara de sonrisa, "si bien, ahí cachando todavía"...y ha pasado 1 mes y ahí estoy. Desadaptada, aburrida, me carga la secretaria es una estúpida, la otra niña que trabaja acá es una matea hiper-segura hiper-asertiva hiper-trabajólica. Todo lo que yo no soy. Me da lata, me carga manejar platas, me carga no tener nada concreto que hacer, es un desagrado todo.
Y aquí estoy plantada quizás hasta cuando. Cambiarme ahora? imposible, entre que no me atrevería a decirlo, entre que quién me va a contratar a pocos meses de casarme, entre que cagaría mi currículumm. En resumen, un desastre. Y me tiene más que nada desesperada estar en un callejón sin salida, sin poder hacer nada, cero motivación, levantarse en las mañanas es una verdadera tortura, no sólo por el sueño, sino por la perspectiva de un día fome, aburrido, una lata. Ni siquiera me "compro" lo que ofrece la empresa, o sea, todo mal.
Y aquí tendré que seguir, quizás hasta cuando!!!!!!
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